Lo más recomendable
es que la familia esté unida y se apoye mutuamente
, que los integrantes platiquen
entre ellos, se desahoguen y puedan salir de ese estado emocional. Esto no
quiere decir que se acabará la angustia de ver a su familiar enfermo, ni que se
hará menos pesado el tiempo que esto dure.
Hay enfermedades cortas, pero hay otras que son muy
prolongadas y esto es más difícil y más desgastantes. Siempre hay que compartir
todas esas emociones, ya que puede evitar que los familiares también se
enfermen o caigan en alguna depresión.